1 de mayo de 2017

Exploración ginecológica rutinaria: !Sólo si tu la quieres!

Desconocemos la utilidad de muchas prácticas médicas rutinarias que realizamos en la consulta en personas sanas. Algunas de estas prácticas, aunque puedan no ser útiles para mejorar la salud de las personas, seguramente no les producen ningún daño.



En una visita ginecológica en mujeres sanas y sin síntomas, una de estas rutinas es la exploración genital: visibilización de la vulva, introducción del especulum para abrir la vagina y visualizar las paredes vaginales y el cuello del útero y el tacto vaginal bimanual, que consiste en meter dos dedos a la vagina y con la otra mano palpar la parte baja del abdomen, con el objetivo de delimitar el útero y los ovarios para ver si son normales o no.

Esta exploración supone desnudarse y mostrar y permitir que toquen una parte de nuestro cuerpo,lo que puede ser muy desagradable para muchas mujeres. El pudor y vergüenza ante esta exploración, el miedo al dolor y el dolor con la colocación del especulum son muy frecuentes.

Aunque hay pocos estudios sobre la utilidad de estas prácticas, cada vez se cuestiona más qué sentido tiene hacer esta exploración de manera rutinaria en mujeres sanas.

Trótula te inivita a no hacerte esta exploración si para ti representa algo desgradable

La exploración visual y manual de la vulva no tiene ningún sentido en una mujer que no tiene ningún síntoma (irritación, escozor, lesiones de la piel, etc), porque no hay nada que pueda verse sin que la mujer lo perciba antes.

La exploración vaginal con speculum en una mujer sin síntomas (cambio en el flujo, sangrado, dolor en las relaciones sexuales, etc), puede dar alguna información útil en un porcentaje realmente pequeño de mujeres (visualización de un cuello uterino doble, presencia de un pólipo en el cuello del útero, presencia de algún quiste en las paredes vaginales, etc). Sólo en ocasiones excepcionales no detectarlo  pueda tener alguna importancia para tu salud. Puesto que sí se recomienda la realización de citologías periódicas, y en ellas la exploración con especulum es imprescindible, en estas visitas se detectaran estas pequeñas alteraciones. Para algunas mujeres esta exploración puede generar angustia y ansiedad, puede resultar molesta o incluso muy dolorosa. 

  • Esta exploración puede ser más dolorosa si:
    • Es la primera vez: el miedo a lo desconocido puede hacer que contraigas involuntariamente la musculatura que rodea la vagina, haciendo un poco más difícil la colocación del especulum.
    • Has tenido exploraciones anteriores dolorosas. El recuerdo del dolor vivido anteriormente, puede facilitar una situación parecida a la comentada en el párrafo anterior.
    • Has sido víctima de abusos sexuales. Muchas veces la vergüenza y el dolor sentidos por haber vivido o estar viviendo esta agresión, impiden que se comunique al profesional esta situación. Ello puede condicionar un cierto sentimiento de ser agredida de nuevo en esta exploración y una tensión que no van a facilitar la colocaciónd el especulum. 
    • Después de un parto, si te han hecho una episiotomía (corte de la vagina que sólo se debería hacer cuando se percibe que el paso del bebé puede desgarrarla) o si das de mamar mucho tiempo. La herida/cicatriz de la episiotomía puede suponer una zona de mayor sensibilidad y menor elasticidad en la entrada de la vagina. Dar de mamar mucho tiempo puede producir, debido al cambio. hormonal, una menor lubricación y una menor elasticidad de las paredes vaginales. Ambas situaciones pueden producir dolor en la exploración.
    • Los partos en los que ha habido desgarros del cuello del útero pueden producir cicatrices o fijaciones del mismo, que hagan que aunque la introducción del especulum sea fácil y no dolorosa, haya dolor en el fondo vaginal al abrirlo.
    • Si eres menopáusica y notas sequedad vaginal, especialmente si no has tenido partos vaginales y hace tiempo que no tienes relaciones sexuales vaginales, es muy probable que tu vagina esté poco lubricada y haya poca elasticidad, pudiendo condicionar dolor.
    • Las intervenciones quirúrgicas que dejan cicatrices sea en la vagina, en el cuello del útero o en el fondo de la vagina si se quitó el útero, también pueden producir dolor en esta exploración.
  •  Se puede minimizar el dolor durante esta exploración 
    • Hay especulums de diferentes tamaños. Si se da alguna de las circunstancias anteriormente mencionada o te da miedo esta exploración, pide que utilicen el especulum más pequeño.
    • La utilización de algún lubrificante en la punta del especulum puede minimizar el dolor y en todas las consultas ginecólogicas lo hay.
    • Si en el momento que el profesional va a introducir el especulum, haces fuerza con el abdomen, como si fueras a defecar, la vagina se abre por el efecto de la presión y se impide la contracción involuntaria de la musculatura que rodea la vagina y que puede cerrarla
El tacto vaginal bimanual, según los últimos estudios publicados, aunque sean escasos, no es útil para la prevención ni del cáncer de útero ni el cáncer de ovario. Puede detectar patología benigna (miomas y quistes de ovario), que en una mujer sana y sin síntomas, difícilmente requieren ninguna actuación médica. Sin embargo, ante estos hallazgos se suele proceder a la realización de otros procedimientos diagnósticos (ecografía ginecológica, analíticas, biopsias de endometrio, etc). La confirmación de esta patología benigna puede condicionar una intervención quirúrgica, cuya necesidad muchas veces es cuestionable. Todo este proceso despierta ansiedad y sufrimiento en mujeres y en su entorno afectivo/familiar y las expone a un riesgo por los efectos adversos de los procedimientos médicos y quirúrgicos en muchos casos innecesarios.

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Si eres una mujer sana sin síntomas, plantéate qué significa una exploración genital para ti. Muy probablemente sólo es útil para tu salud cuando te corresponda hacer la citología o si quieres detectar infecciones de transmisión sexual, si has tenido relaciones sexuales de riesgo de contagio.

Si decides que te hagan la exploración genital, ten en cuenta todas aquellas situaciones que pueden hacer que ésta sea dolorosa y como puedes minimizar el dolor. Comunicar al profesional tus miedos también puede facilitar que sea más cuidadoso en el momento de su realización.

Si en la exploración genital encuentran algo anormal, recuerda que lo más probable es que se trate de una patología benigna sin trascendencia para tu salud. Intenta vivir los procedimientos diagnósticos de confirmación con la menor angustia posible Si su confirmación condiciona una intervención quirúrgica, busca siempre una segunda opinión antes de operarte, porque es probable que no sea necesaria

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