EDUARDO GALEANO ME DESCUBRE A TRÓTULA
Mientras las Cruzadas arrasaban Maarat, Trótula Ruggiero moría en Salerno.
Como la Historia estaba ocupada registrando las hazañas de los guerreros de Cristo, no es mucho lo que se sabe de ella. Se sabe que un cortejo de treinta cuadras la acompañó al cementerio y que fue la primera mujer que escribió un tratado de ginecología, obstetricia y puericultura.
Las mujeres no se atreven a mostrar ante un médico hombre, por pudor y por innata reserva, sus partes íntimas, escribió Trótula. Su tratado recogía la experiencia de una mujer ayudando a otras mujeres en asuntos delicados: Ellas le abrían el cuerpo y el alma, y le confiaban secretos que los hombres no comprendían ni merecían.
Trótula les enseñaba a aliviar la viudez, a simular la virginidad, a sobrellevar el parto y sus trastornos, a evitar el mal aliento, a blanquear la piel y los dientes y a reparar de los años el irreparable ultraje.
La cirugía estaba de moda, pero Trótula no creía en el cuchillo. Ella prefería otras terapias: la mano, las hierbas, el oído. Daba masajes cariñosos, recetaba infusiones y sabía escuchar.
Espejos. Una historia casi universal Eduardo Galeano
MI ADMIRACIÓN A LA ESCUELA DE SALERNO
La Escuela médica de Salerno fue la primera no regida por religiosos que "desempeñó un papel crucial en la transición de la medicina monástica a la laica", siendo el primer centro donde se permitió el libre acceso de la mujer a la formación médica y a su titulación, no limitando su campo de acción a las enfermedades de la mujer.
Pronto surgen mujeres expertas en el arte de curar: Trótula, Salernitana, Constanza y Calenda, alemanas, Rebeca Guarna, judía y Abella, musulmana. De todas ellas destacará Trótula, que ocupa un lugar destacado en la historia de la Escuela de Salerno y muy concretamente en el campo de la Ginecología y Obstetricia
Escribió el más célebre tratado de Obstetricia y Ginecología de la Edad Media: De Pasionibus mulierum curandorum ante, in, post partum y también De Aegritudium curatione o de Ornatu mulierum. Las enseñanzas ginecológicas de Trótula de Salerno serán seguidas durante muchos años por la medicina de toda Europa, convirtiéndola en la mujer de mayor prestigio de la Obstetricia y Ginecología de la Edad Media.
Trótula centró sus investigaciones en el control de la natalidad y la infertilidad Admiro de Trótula que desarrolla una medicina preventiva y poco agresiva que da mucha importancia al equilibrio de los humores mediante el ejercicio, la limpieza y una dieta equilibrada, baños y masajes, reposo e inclusive una actitud positiva.
También admiro su concepto de la menstruación, considerada casi maligna hasta entonces, a la que denomina "flor", señalando el significado de su ausencia: “así como los árboles no producen frutos sin flores, así las mujeres sin reglas están privadas de la función de la concepción". Y nos explica mucho mejor que los tratados actuales las causas de las menstruaciones irregulares, que relaciona con el ejercicio, las enfermedades, la dieta, algún dolor, enojo, emoción o temor, recomendando para su mejoría el uso de varias hierbas y, como métodos para propiciarla, masajes y relaciones sexuales.
Trótula sugirió que el mejor momento para la concepción era el último día de la menstruación y uso este criterio para facilitar el control de la natalidad. Estableció que tanto hombres como mujeres tienen dificultades en la concepción, concepto bastante atrevido para su tiempo.
QUIERO SER TRÓTULA
De sus escritos se desprende un gran humanismo y un concepto de que la medicina es una ciencia que trata a, de y con seres humanos: hombres y mujeres. No tengo ninguna duda que en este momento hay una gran la falta de sentido común y una angustia generalizada ante el miedo a la enfermedad. También existe un progresivo abandono de los profesionales de la salud de elementos básicos en el trato a las personas como son la mirada, la mano amiga, la sonrisa y la palabra. Todo ello tiene como contrapartida la indicación de un exceso de pruebas y tratamientos, que muchas veces producen más angustia y enfermedad. La actitud suave y cálida de la médica Trótula ofreciéndonos un simple y aromático té de hierbas nos debe hacer reflexionar.