El deseo y las fantasías son una parte esencial del placer sexual. Cada centímetro de nuestra piel es sexual y cada persona conoce dónde y cómo obtener sensaciones placenteras. La piel de nuestros genitales y en la mujer, especialmente el clítoris, es la zona del cuerpo con una mayor capacidad de sentir placer, cuando se acaricia, besa, lame, frota,etc.
La estimulación de la vagina en el coito, con introducción de los dedos o dildos, también produce placer. En nuestra sociedad, se considera que el juego sexual por excelencia es el coito vaginal entre un hombre y una mujer. Podría escribirse mucho sobre las consecuencias negativas que ha tenido este modelo en la sexualidad de las mujeres. Centrar el juego sexual en el coito vaginal exclusivamente, impide a muchas mujeres conseguir placer en las relaciones sexuales. Además es el único juego sexual que condiciona la necesidad de utilizar anticonceptivos, la posibilidad de embarazos no deseados y es una de las actividades sexuales con más riesgo de infecciones de transmisión sexual.
Pero además, en algunas mujeres, en alguna época de su vida, el coito produce dolor en vez de placer. Muchas de ellas son incapaces de negociar con sus parejas un cambio en el modelo sexual, centrado en el coito vaginal, buscando juegos sexuales alternativos que les den placer, en vez de dolor. En estos casos el dolor repetido, conducirá sin ninguna duda a una disfunción en todas las etapas de la respuesta sexual: deseo, excitación y orgasmo. .
Trótula quiere explicarte algunas causas físicas poco frecuentes de dolor vaginal y explicarte en que casos pueden ser útiles los dilatadores vaginales