Vivimos un tiempo triste y desconcertante. Algun@s ya vivimos una época oscura sin ningún respeto a las opciones individuales. Reinaban la intolerancia, el abuso del poder y un nulo respeto por los derechos humanos. Tras haber andado un largo camino, expresando y argumentando nuestras ideas, conseguimos algunos logros y nos creímos que habíamos conseguido algunas mejoras, que nunca tendrían marcha atrás.
En este momento se cuestionan muchos de estos logros. Nos deslizamos por un tobogán de pendiente muy inclinada. Con el argumento de la crisis económica, en plena efervescencia, se están cuestionando la sanidad y educación universal, las ayudas a la dependencia, muchos derechos laborales, muchos programas que daban atención a colectivos minoritarios y/o socialmente marginados, y un largo etcétera.